Creo que este año en Coruña he comido mejor que nunca. La oferta gastronómica de calidad en la ciudad ha crecido, por un lado, y ha madurado, por otro. Locales muy importantes que abrieron hace dos, tres o cuatro años se han consolidado y han adquirido una personalidad más marcada: determinadas modas pasajeras han cedido su protagonismo a lo de aquí, al producto, acompañado solo con aquello que necesita para ser realzado. Esa sencillez - que no simplicidad - se agradece enormemente.
Pero (en la vida siempre hay un pero) lo anterior genera una cierta homogeneización en las cartas, especialmente en un verano que tanto propicia determinados productos de temporada. En este contexto, aparece la reciente apertura de 55 Pasos, que recibe su nombre de la cantidad de escalones que hay que subir desde la Plaza de María Pita para llegar a su puerta.
55 Pasos se emplaza en el local cuyo último ocupante, si no recuerdo mal, fue
Coquus hace ya casi una década. De él escribía entonces
Parece, y es algo que me alegra, que se van consolidando en la ciudad opciones que podríamos asimilar a los bistrots: pequeños y tranquilos locales, con comida de producto y en cierto sentido de autor [...] Un cocinero, en singular, se arregla para preparar las comandas de las apenas cinco mesas del luminoso local...
Ese espíritu lo hereda el actual inquilino. Solo que ahora, al frente de los fogones está Balazs Menyhard, un joven cocinero húngaro con currículo en importantes restaurantes europeos (su historia se cuenta muy bien
aquí), y que terminó llegando a Galicia de la mano de su pareja, quien atiende al público y se encarga de la bodega.
55 Pasos mantiene el concepto de sencillez y producto descrito al inicio. Pero aporta, desde su trayectoria, esa mirada distinta que viene a refrescar y enriquecer la oferta de la ciudad. Así, llegan a la mesa los boquerones marinados al momento cuya imagen abre el post, la fresquísima berenjena ahumada o unos sesos con una textura inigualable, sin nada que envidiar al mejor foie.
Por supuesto, también hay espacio para lo más cercano: el jurel a la brasa, unos berberechos apenas abiertos, o una simple ensalada de tomate.
Quizás algo tan ominpresente últimamente y, a priori, poco sofisticado como una torrija sea un resumen muy significativo de lo que ocurre en 55 Pasos: hay ideas distintas, hay producto y, sobre todo, hay muchísimo oficio en la cocina para elaborar un postre que redondea de maravilla la comida.
En definitiva, una nueva propuesta de nivel que viene a enriquecer todavía más el floreciente panorama gastronómico coruñés: una buena noticia para todos. ¡Bienvenidos y suerte!
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55 Pasos / Nosa Señora do Rosario, 9 /
Ubicación]
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