#Coruña2017 Capítulo 2: los (no tan) nuevos
Bido. La solidez
Quizás por su ubicación fuera de la ciudad, casi escondida entre los plátanos monumentales que flanquean el camino, A Estación transita discreto, sin ruido. Pero lo hace con una propuesta tremendamente sólida, sin grandes alharacas, sin fisuras.
Esto escribía hace tres años al regresar, una vez más, al estrellado restaurante de Cambre del que era asiduo desde 2006. Ahora, el 50% de su cocina, Juan Crujeiras, traslada al centro de la ciudad esa solidez, ese saber hacer que, por lo que he podido comprobar, sigue intacto.
Lo que más me gusta de Juan es que es capaz de demostrar la mano que hay en la cocina con la preparación más sencilla. Empezar con esa empanada de bonito - casi una tradición de la casa - es poco menos que un lujo (foto que abre el post).
Un lujo que te prepara para lo que viene después. De tan delicado es buenísimo el foie con Mencía y pera. Y puro verano es el jurel en su punto exacto con fresa y tomate, otro de los platos que vienen de Cambre. Igual que el sobresaliente canelón - en este caso de de galo piñeiro con queso de San Simón - que cierra los salados y que siempre ha estado entre mis favoritos. También se mantiene la tabla de quesos para cerrar.
Arallo Taberna. Contaminación para todos
Desde que conocí a Iván Domínguez como protagonista en la cocina en aquella memorable Xantanza del Loxe Mareiro siento admiración por lo que hace. Creo que no lo disimulo demasiado. En mi humilde criterio, Alborada está desde hace dos o tres años en el Top 3 de Galicia, junto con el par de maestros de más al Sur.Habrá capítulo para Alborada, por supuesto. Pero hoy vamos por su versión contaminada, por la taberna que desde hace unos meses opera al alimón en la Plaza de María Pita y muy cerquita de la Gran Vía madrileña.
No hay mesas, sino una barra y sillas altas. No hay reservas. No hay postre ni café. No hay cocina; o, para ser exactos, no hay nada que aleje la cocina de la barra. No hay separaciones, entras y te sientas al lado de los que ya están comiendo o cenando. Hay conversación, entre grupos y con los cocineros/camareros.
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