Loxe Mareiro (Carril), Mar de Arousa

Cuando conocí el Loxe Mareiro al poco de abrir, hace ahora algo más de un par de años y de la mano de los Blogastrónomos, titulé el post correspondiente "Nos comimos el mar en el Loxe Mareiro". Y escribía en el primer párrafo "Nos comimos el mar, lo mejor que da el mar. Y casi, literalmente, en el mar". Dos años después, pese a los cambios, las cosas no han cambiado.

Y es que las gentes de Abastos 2.0, si de algo saben, es de cuidar el producto. Y el trío ubicación inmejorable, producto y enorme cariño por lo que se hace es infalible. Cariño, adoración por el producto local que se pone de manifiesto, a modo de declaración de intenciones, en la hoja "#orixe_Loxe / kilometraXe": el lugar y la distancia al restaurante de lo que se va a servir. Almeja de Carril (por supuesto), berberecho de A Pobra, percebes de Aguiño, zamburiñas y navajas de Ribeira, xoubas de Vilaxoán. El mar de Arousa.

Muchos llegan a la mesa con una intervención mínima, tremendamente respetuosa de la cocina. Como los berberechos, los lomos del salmonete o el bonito de Burela. Otros llegan potenciados por una mano capaz de darle más sabor a mar a las almejas con una marinera de algas; de reforzar la humilde xoubiña con una delicada tempura y salsa de wasabi; o de llevar el verano gallego al plato con un tartar de jurel con salsa de pimientos de Padrón y helado de queixo de San Simón.

En los postres, también verano: las cerezas, la sandía, el manjar, la vainilla. Y la carta de vinos denota el mismo cariño por mostrar lo mucho y bueno que se hace por todas las D.O.s de Galicia.

Producto, cariño y cocina. Pero también entorno. Un plus de la experiencia en el Loxe es el aperitivo y el post-comida (o cena) junto al mar. Que hablen las fotos.