La Finestra (Ñuñoa): el italiano de barrio
A unos pasos de la bulliciosa Plaza Ñuñoa, en Irarrázaval, se sitúa la vieja casa de planta baja que alberga La Finestra. Desde la calle no se adivina la profundidad de la casona: un estrecho pasillo deja a su derecha pequeñas salas y la cocina, hasta desembocar en el gran patio abierto, espacio principal del restaurante. Mesas bien pegadas, algarabía, música, ambiente informal: ambiente de barrio.
La propuesta gastronómica responde a los básicos italianos. Así, abrimos los entrantes con una fresca caprese y los completamos con unas ricas olivas all'ascolana, rellenas de carne, apanadas y fritas. Antes, durante la espera, había llegado un muy buen Aperol Spritz, aperitivo casi obligatorio en un lugar como éste.
Para los fondos, unos contundentes ravioli de espinaca y ricotta con boloñesa. Y la pizza, quizás la mejor que he tomado en Santiago; con seguridad, de las mejores. Elección clásica de ingredientes - jamón, tomate cherry, mozzarella - sobre una masa excelente: fina pero esponjosa y, sobre todo, muy sabrosa. Al postre, otro clásico: un tiramisú servido en copa. Con un par de cafés, unos 18.000 pesos por persona (24 euros).
En fin, ambiente de barrio, comida italiana clásica con unas pizzas sobresalientes y ese viejo patio que en las templadas noches del verano tiene que sentar pero que muy bien. De los lugares que hay que visitar.
[La Finestra / Irarrázaval 3465 - Ñuñoa / Ubicación]
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