Unas notas sobre El Refugio (Oleiros)
Estaba abarrotada la plaza, como corresponde al último viernes laborable antes de Nochebuena, con varios ruidosos y humeantes grupos celebrando la proximidad de las vacaciones. Así, el ambiente no contribuía demasiado a una comida tranquila, pero nos pusimos a ello como pudimos entre tanto jolgorio.
Seguro que Melvin no me perdona cuando sepa que no pedimos salpicón de primero. Pero la docena y media de ostras de un impresionante tamaño vieira que nos trajeron - éramos seis - no desmerecieron en absoluto. De hecho, los que habíamos optado por otro entrante no pudimos resistirnos y nos dimos a ello. Hasta que llegaron las vieiras, las de verdad.
Yo esperaba una preparación clásica, pero nada más lejos de lo que nos sirvieron. La carne de la vieira venía desconchada, servida en un plato rectangular y aliñada con un sofrito de setas de intenso sabor, zanahoria, ajos tiernos y una reducción de PX. Buenísimas.
Mi segundo fue una lubina al horno. Excelente materia prima en una preparación sin complicaciones, perfecta de punto y acompañada de una guarnición vegetal. La perdiz estofada que predominó en la mesa no tenía mala pinta en absoluto.
Para rematar pedí un tronco de Jijona, suave pero un tanto insípido, que pareció peor opción que las cañitas de algún compañero de mesa o los imponentes soufflés que caminaban destino a otras. Los postres los tomamos junto con una copita de Vi de Gel, mientras que para los salados dimos buena cuenta de una magnum de Valderiz, interesante Ribera del Duero.
En fin, que el clásico sigue en forma e, incluso, aporta algún que otro toque innovador. Tengo que volver en un ambiente algo más tranquilo para poder degustar en mejores condiciones la comida o la cena. En cuanto al precio, la cosa se fue un poquito por encima de los sesenta euros per capita.
[El Refugio / Plaza de Galicia 11 - Oleiros / 981.610803 / Ubicación]
Allí estaba yo también, el mismo día, en otra mesa.
ResponderEliminarMe encanta el refugio, pero como todos los años, no nos dejaron reservar en zona de no fumadores por ser el día de las comidas de navidad y ser un grupo numeroso ¿¿?? (ninguno fumamos).
Además la zona de no fumadores del Refugio es de chiste, no está aislada del resto. Es horrible aguantar el humo de los demás y ese día salimos especialmente "ahumados".
Esperemos que pronto entre en vigor la nueva ley del tabaco y nos permita disfrutar de nuestros platos en paz.
Respecto a la comida, excelente como siempre.
Yo soy incondicional del Refugio , a pesar de que el local no me gusta y alguna que otra cosilla que ya he dicho en este foro.Manoel , se nota que hacía que no ibas porque el toque innovador lo tiene hace tiempo , sobre todo en los pescados.Me parece que lo más justito son los postres , ese alabado souffle a mi no me gusta especialmente y el resto... se renueva poco muy poco la carta.Braintraining
ResponderEliminarLo que pasa es que la clientela clásica se niega a renunciar al suflé, y eso hay que entenderlo.
ResponderEliminarYo disfruto, a pesar de las escasas novedades, como un loco en El Refugio.
Y en vinos, Alfredo sabe latín: siempre tiene cosas interesantes en la carta.
El primer anónimo tiene razón sobre la zona de no fumadores: no está separada e incumple la normativa; lo triste es que es lo más habitual en todos lados.
Saludos,
En mi opinión se ha quedado anticuado y ha perdido el nivel de calidad del producto y servicio que tenía en el pasado. Es de esos restaurantes que tuvo su moemento como el Coral y que con el tiempo se han quedado oliendo a naftalina y bajando la calidad del producto por lo que mal viven de la inercia del pasado.
ResponderEliminarPrimer anónimo, seguro que era otra mesa, ¿no? ;-)
ResponderEliminarBraintraining, efectivamente llevaba mucho tiempo sin ir. Me sorprendió positivamente la preparación de la vieira: la esperaba a la manera tradicional, sin más.
Melvin, el vino lo eligió Alfredo, negándose incluso a servirnos alguna otra cosa que le habíamos pedido. Afortunadamente.
Segundo anónimo. Coincido con lo de los restaurantes y el momento. Por ejemplo, a mí ni se me pasa por la cabeza ir al Coral; de hecho, nunca he ido, lo cual probablemente sea injusto, porque no tengo una opinión directa (pero me llegan las de los demás). En cuanto al Refugio, como decía antes llevaba mucho sin ir, pero el producto que nos pusieron el otro día era de primera; las ostras tamaño elefante y la lubina salvaje eran excelentes.
Segundo anónimo: en desacuerdo en muchos puntos , no es comparable al Coral ,no ha perdido en ABSOLUTO el nivel del producto porque sigue siendo en eso el nº1 de Coruña y sino estás de acuerdo dime cual es para ti el restaurante coruñés con el mejor producto . No malviven porque siempre que voy está full y de acuerdo en anticuado en la decoración junto con la carta de postres.Y que conste que no tengo ningún conflicto de intereses con ningún restaurante , hablo como clienta ocasional aunque tengo que decir que buena gourmet.Braintraining
ResponderEliminarTampoco estoy de acuerdo con el segundo Anónimo: no hay color entre el Refugio y el Coral. En el Refugio disfruto con la comida, la cocina tiene algunas novedades y en el Coral ni siquiera la calidad del producto me parece fuera de serie.
ResponderEliminarAmbos preparan el steak tartar y el salpicón de marisco, dos de mis obsesiones, y mientras los del Refugio son impresionantes los del Coral sólo se dejan comer.
La carta de vinos tampoco es comparable: una es un pelín rancia y la otra no.
Un saludo.
Estoy de acuerdo con el segundo anónimo. El Refugio está en declive. Sería bueno que os pasaseis un día de semana ya que no suele haber nadie excepto en la entrda que se suele montar bastante follón (impropio de un restaurante)con los amigos de Alfredo. la calidad ha bajado y es más de lo mismo con un dueño que ca vez escatima más y es un pesado.
ResponderEliminaryo voy cada domingo al refugio y los q decis q el producto ha bajado el nivel creo q no sabeis mucho. la caza es buenisima e innovadora junto con el puding de castaña de postre q es la ostia. otro postre nuevo las frambuesas gratinadas, otro las milhojas de fruta... os digo mas. las centollas, camarones , ostras enormes el foie buenisimo y los q vayais tomar las tostadas de foie con jamon. y si teneis razon en q no esta separado lo de no fumadores y la decoracion bastante antigua, pero hay q entender q cada domingo esta casi siempre la misma gente y para comidas de negocio tb, supongo q les gustaraasi
ResponderEliminarAnónimo, creo que las frambuesas llevan ya unos años en cartel... aunque están de miedo.
ResponderEliminarTe voy a hacer el mismo comentario que le hice a Melvin pese a que esta sea una entrada antigua:
ResponderEliminarlo probé y sin disentir de lo arriba escrito; no me acbó de matar. Lo tengo visto en múltiples listas entre los 10 mejores restaurantes de Galicia y ni de coña. Se que reune condiciones para que asi se considere,como bodega y producto, pero tambien alguna que otra falta. No te creas que no me fastidia, pues no me cae lejos.
Aclaro eso si, que la comida estaba buenísima.
Veo que hace tiempo que nadie retoma un comentario sobre El Refugio.Yo lo haré sobre el servicio y no sobre la comida que allí se puede degustar.
ResponderEliminarEs la segunda vez que nos pasa más o menos lo mismo.La primera ocasión,aún dándole importancia lo tomamos como algo así:"un día malo lo tiene cualquiera".
A un lugar como este no voy a comer como si fuese el Gasthof.Es decir,quiero que el proceso tenga su ritmo y sus tiempos sean los que tal comida se merece.
Nos dejan la carta,la cual no es escueta,por lo que lleva su tiempo leerla y decidir.En breve aparece el camarero urgiéndonos lo que queremos pedir.Repito,no estoy en una hamburguesería.Pedimos de primero el fantástico salpicón.Estando a punto de dar buena cuenta de él,pero aún si terminarlo,vemos que posan en la mesa de servicio los segundos,y el señor que nos sirve cambia los cubiertos para dichos platos.Repito,para comer a toda leche ya me llega la semana laboral.Un lugar de este nivel ??? tiene que tener bien medidos los tiempos,y no somos de los que damos treinta bocados antes de deglutir.
A más inri,tuve que pedir la cubitera para mantener el albariño a su temperatura,sin que al señor que nos servía se le ocurriese.Ahora eso sí,al pedir la nota se tomaron su tiempo para traerla.
Alberto Gato.
Fiel seguidor del blog, pero nunca participante en el mismo, pillo por casualidad este último comentario y no me puedo resistir a la tentación de escribir unas lineas resumidas: Mi primera visita, cena con mi entrañable familia coruñesa, buen ambiente y ganas de disfrutar. Independientemente de compartir varios de los comentarios anteriores, no voy a centrarme en el producto, si no en el servicio. El maleducado, no profesional y antipático camarero que nos toco, del cual (desgraciadamente) no conozco el nombre, nos agrio la velada, hasta tal punto que estuve a punto de llamar al dueño y que nos cambiase de mesa o de camarero. No lo hice, por respeto a mi familia y no convertirme en protagonista. Señores de El Refugio : un mal servicio hunde un restaurante. De momento, no he vuelto ni tengo intención, mientras alguien no me diga que merece la pena volver a intentarlo. Saludos.
ResponderEliminarA mi me ocurrio algo subrrealista la ultima vez que estuve.
ResponderEliminarEra una cena y habi dos mesas ocupadas. LA mia de dos personas y una con bastante gente.
Al estar casi termiando la cena llega el dueño del restaurante y nos ofrece que fumemos ya que a esas horas no iban a venir los "inspectores de sanidad".
Yo no fumo y me molesta bastante que fumen a mi lado pero por educacion dijimos que no nos molestaba. La mesa de al lado se pusieron a fumar dentro del restaurante.. increible.
Evidentemente, no pedimos postre y salimos "corriendo de alli".
No me esperaba, para nada, algo asai en un restaurante de esta categoria.
Creo que no volvere.
Fui a comer en el dia de mi boda.. Me parecio un lugar muy acogedor.. Ademas creo que la calidad y el precio estan de acorde. Una comida espectacular.. Volvere..
ResponderEliminarTenía mucha ilusión de volver a visitar, la pasada Semana Santa, el Refugio: aquel restaurante en el que disfruté de tan buenos momentos en el pasado, cuando vivía en La Coruña, y antes de tener que venirme a vivir a Madrid por motivos de trabajo. Y tengo que confesar que me he llevado una decepción monumental al descubrir que “este” Refugio no es ni la sombra de lo que fue. Pero lo peor de todo, y el motivo por el que me he decidido a escribir estas líneas, es la sensación de haber sido poco menos que “atracado a mano armada” por unos auténticos caraduras que, al parecer, pretenden seguir viviendo del cuento y de su pasado, “dándole el palo” al personal con un producto mediocre y un servicio más que mejorable.
ResponderEliminarVamos por partes: éramos 4 comensales, y la cuenta salió cerca de los 300 euros.
El menú: un salpicón (para dos) y una ración de croquetas (para los otros dos) como entrantes.
Arroz con bogavante (para dos) + rodaja de rodaballo + lamprea, los segundos
Suflé (para dos) + unos rollitos con chocolate + carpaccio de higos, de postre
Vino: dos botellas de un Alberdi corriente
Deciros que el arroz estaba horrible, muy pasado, al igual que el bogavante, que estaba muy seco (congelado seguro). Bueno, esto es gracioso: en la carta pone “arroz con bogavante”… no “arroz con 1 bogavante”… o “con medio bogavante”. Lo cierto es que en el arroz nos vino con solo la cabeza del bicho y una sola pinza: seguramente se guardaron la cola y la otra pinza para ese salpicón que tanta fama tiene. Total: 60 eurazos del ala. El plato de rodaballo (26 euros) con una sola rodaja y una patata cocida, era del montón… la lamprea, al parecer, si que estaba buena, al igual que su famoso salpicón. Pero fue en los postres donde si que notamos el monumental bajón de “este” Refugio con respecto a aquel al que iba yo antes: nada que ver. El suflé (que tanta fama tiene también) no me gustó… estaba preparado sin ningún esmero; el carpaccio (que era mi postre favorito y que siempre lo pedía) no estaba bueno… y los rollitos con chocolate estaban literalmente asquerosos (perdón por la expresión, pero es la pura verdad).
El servicio tampoco estuvo a la altura: unos estirados que parece que te están perdonando la vida por permitirte ir a su restaurante y regalarles tu dinero (que todos sabemos que cae del cielo). Mucho tiempo entre plato y plato, lo que hizo que cuando llegó el segundo ya estaba haciendo la digestión del primero… y ni un solo detalle (de ninguna clase). Tampoco te traen ningún aperitivo- ni nada- mientras eliges la comida, o al final con los cafés... es decir, mediocre.
En definitiva: en mi última visita al famoso Refugio no comí, ni mucho menos, como esperaba, pero lo peor fue la sensación de haber sido engañado, porque el precio que pagamos no está -ni mucho menos- justificado. Sé que este restaurante tiene mucha fama, porque en el pasado si que es cierto que era de lo mejor que uno se podía encontrar en La Coruña, pero de eso ya poco queda a día de hoy. En La Coruña hay centenares de sitios donde se puede comer o cenar excelentemente sin la necesidad de ir a tirar el dinero como hicimos mi familia y yo el otro día, y por menos de la mitad de precio que pagamos.