Extremadura jornada 4: del otro lado de la raia
Nuestra última jornada en Extremadura transcurrió, en realidad, del otro lado de la raia, en Portugal, descubriendo dos pequeños pueblos que son dos pequeñas maravillas: Monsanto y Sortelha.
Encaramada a un monte granítico, Monsanto - la "aldeia máis portuguesa de Portugal" - es una sorprendente simbiosis entre trazado medieval, nobles casas blasonadas, maravillosas vistas y bolas de granito (penedos, que diríamos en mi tierra). Como la aldea de A Cela, en la Serra do Xurés, pero a lo grande.
La visita a Monsanto deja boquiabierto a cualquiera. Sólo su situación, su señorío sobre las amplias tierras de Idanha a Vella, las ruinas de su castillo, las impresionantes vistas, justificarían la visita. Pero, sobre todo, Monsanto induce a pensar, también lo dice Saramago, "que hai de pedra nas pessoas, que das pessoas passou á pedra". Es algo impresionante, me limito a dejaros las fotos.
En Monsanto también se puede comer. En el sitio adecuado, se puede comer muy bien, disfrutar de unas vistas que quitan el hipo y flipar con las gigantes bolas de granito. Se trata del ya citado restaurante Petiscos e Granitos, y más concretamente de su terraza.
Dimos cuenta aquel fresco día de sol una ensalada de feixoes y bacalhau; sendas generosas raciones de borrego á grelha, estupendo, acompañado de patatas al horno y un puré de coliflor y feixoes; postres caseros, cafés y un aceptable vino de pitarra por unos 20 euros cabeza.
Antes de Monsanto, por la mañana, visitamos Sortelha, otra gran sorpresa. Se trata de una pequeña aldea amurallada, con castillo incluido, también en lo alto de una colina y haciéndole frente a la Serra da Estrela. Me recordó a Óbidos, pero cambiando el blanco de la cal por el dorado del granito. Me recordó también a Monteriggioni, pero vence a éste en autenticidad y en paisaje: al fondo, imponentes, las cumbres nevadas de la Serra.
Sortelha, la sortija de piedra que rodea el pueblo, intacto en su espíritu medieval. Marrones y rojos forman un entramado que se sobrevuela desde el castillo, desde las zonas más altas de la muralla o desde el campanario de la Torre Sineira. En la zona oeste, sobre la Torre do Facho - el punto más alto de la muralla -, uno no sabe si disfrutar del pueblo desierto o, a su espalda, contemplar a lo lejos la mole de la Estrela, que se eleva hasta los dos mil metros. En todo caso, se disfruta seguro.
[Ubicaciones: Monsanto / Sortelha / Album de fotos del viaje]
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