A Terraza de Chicolino dos años después
Tras un par de vinos por las calles del pueblo, tomamos posesión de nuestra mesa junto a la magnífica cristalera del restaurante, disfrutando de la vista sobre el puerto, la playa y la ría de Arousa. Pese a lo tentador de la oferta de mariscos, decidimos escoger platos que nos permitieran actualizar la cocina de la Terraza.
Así que, tras unos aperitivos entre los que sólo destacaba el pulpo sobre mousse de cachelo, nos arrancamos con unas vieiras a la plancha con cebolla caramelizada y tallarines de calabacín. El ejemplar era hermoso y la combinación de dulces con el calabacín, acertada; pero el plato se hacía demasiado prolijo: guarnición de ensaladas, queso en lascas, un pequeño filete de rape y pimiento rojo.
Los principales fueron sendos pescados. Por un lado, lubina a la brasa con risotto de setas y crema de erizos: excelente el pescado salvaje, muy bien de punto, con acompañantes de sabor muy tenue que no le restaban protagonismo. Para mí, lomitos de merluza a la romana con crepes rellenas, crema de guisante y mermelada de cebolla. De lomitos no tenían nada: eran dos lustrosas piezas, de nuevo con la presencia dulce en la crema y la mermelada; las filloas eran lo menos destacable del plato.
A la hora de los postres ya no quedaba demasiado espacio, tras las abundantes raciones de pescado. Compartimos, entonces, la tartita de queso y galletas con confitura de arándanos, fresca y suave. Aún vinieron luego los petit fours, el café y los deliciosos licores de la casa.
La comida, siempre complementada por la relajante vista de la ría, transcurrió con calma: el local se llena entre semana, pero es tranquilo los sábados fuera de temorada. En el par de horas que allí estuvimos, dimos cuenta, además, de un par de cafés, agua y una botella de Casal de Armán. Precisamente, la carta de vinos es uno de los aspectos por los que es fácil comprobar que la oferta de la Terraza todavía está en construcción: muy básica, con las referencias más clásicas, deberá ir ganando con el tiempo. Por el conjunto pagamos cuarenta euros por cabeza.
En fin, una buena opción para combinar excelente materia prima del mar, unas preparaciones que huyen de lo común y un entorno que alimenta también los demás sentidos.
Manuel, siendo malpensado diría que, con lo de preparaciones que "huyen de lo común" estás utilizando un eufemismo para decir que no te han gustado demasiado...
ResponderEliminarA pesar de la conclusión contemporizadora sobre la visita, corrígeme si digo que el restaurante no te ha emocionado.
Un saludo.
Melvin: efectivamente, emocionado no salí. Pero considero que es una buena alternativa si estamos por la zona.
ResponderEliminarDecía un ínclito galés a propósito de ciudades, monumentos, paisajes que estaban bien pero no emocianaban: "It is worth seeing, but not worth going to see".
¿No te han gustado las preparaciones? Tal vez lo realmente novedoso hoy en día son los restaurantes que todavía hacen los pescados y carnes como antes, en el que cuenta la mano del cocinero y no la astucia de las máquinas. Este a mi gusto es uno de los pocos que quedan en los que los cocineros cocinan y no miran el display digital de la maquinaria. Yo siempre que he ido me ha encantado. Ni que decir tiene su lenguado de la ría frito. Tradicional sí, pero impresionante.
ResponderEliminarA ver, Anónimo. Las cosas no son blancas o negras: que no me haya emocionado no quiere decir que no me haya gustado. De hecho, en el post destaco, sobre todo, el punto del pescado.
ResponderEliminarCuando este restaurante abrio,lo mas destacado en la nota de prensa fue su innovadora maquinaria de cocina.Yo creo que hoy en dia toda cocina que se lo pueda permitir tiene una maquinaria que hace de todo pero tambien se tiene que saber usar.No creo que los cocineros de este restaurante trabajen ni mas ni menos que otros y si tienen buena maquinaria creo que le daran uso ¿no creeis?
ResponderEliminarhola buenas tardes:
ResponderEliminarSoy David el jefe de Cocina de A Terraza de Chicolino. En cuanto a lo que se ha dicho antes tengo que aclarar varias cosas. Claro que tenemos una muy buena cocina, y doy gracias a mis jefes por haberla equipado con todo lo que buenamente se ha podido. En primer lugar decir que no a todo el mundo le gusta las preparciones ni presentación de los restaurantes. Nosotros nos hemos decantado por una cocina tradicional ( y claro está el ejemplo de la lubina a la brasa o la merluza a la romana ) pero en lo que se ha dado un toque un poquito diferente es en la presentación, y para ello nos hemos ayudado de menaje distinto a lo que tienen los demás, etc. Lo que no hemos tocado para nada son algunas premisas fundamentales de la casa, tal y como es la mejor materia prima y la cantidad. Después que le guste más a unos que a otros, eso pasa con todo los restaurantes y todos lo ámbitos del día a día. Lo que no me gusta a mi le puede gustar a mi vecino y viceversa. Sinceramente hay que probar las cosas y muchas veces no dejarse influenciar por cuestiones externas. El "me han dicho" en la restauración actual y ano vale a mi entender.
En segundo lugar, pues claro que utilizamos toda la maquinaria que tenemos, pero os pongo un ejemplo. Tenemos una cazuela de pescados de la ría, que un plato súper tradicional en la cual la maquinaria apenas influye porque va hecho en una paellera a fuego lento ( tal y como lo hacía mi abuela, que de ella es esta receta ) en la cual se cocinan las patatas con las verduras y algún que otro licor, y a continuación le añadimos el pescado y todos los demás ingredientes, y simplemente se termina en un horno. Da igual que el horno sea digital o no, de gas, eléctrico, más grande, más pequeño, etc. simplemente tiene que estar a una temperatura adecuada y punto, por eso que también os digo que la maquinaria nos ayuda pero muchas veces no le damos todo el uso que podríamos darle. De todas formas yo os animo a que os paseis por el restaurante o la cafetería y proveis nuestros platos, es la única forma de hacer una crítica constructiva.
Y tercera; nosotros también tenemos una gran cafetera que cuando se abrió también dijo que hacía sólo el café y no se que más quitaron en la prensa. Señores no todo lo que se dice en la prensa es verdad, sino no se que haríamos todo el personal que integramos la cafetería - restaurante. En este ejemplo la cafetera es muy buena pero si no hay unos camareros por atrás que sepan hacer una buena crema de leche, que la tengan siempre en óptimas condiciones, etc, no vale de nada. Claro que nosotros no hacemos ni mas ni menos que otros y claro que utilizamos nuestra maquinaria, pero hay mucho más trabajo detrás de todo esto de lo que la gente cree. Gracias y un saludo a todos
Sólo quiero señalar que el hecho de pasar por el blog y explicar algunos puntos por parte de David es más que apreciable.
ResponderEliminarSin internet esto antes no pasaba...
Saludos
Soy david de nuevo:
ResponderEliminarGracias Melvin. Como profesional de la hostelería y amante de la gastronomía me gusta saber de nuevos restaurantes así como de posibles "desperfectos" que no le gustan a la gente de mi cocina. Hay que aprender a escuchar, autovalorarse, corregirse y conocer sitios nuevos, y para eso vuestro blog es una parte muy importante. Un saludo y espero conocerte algun día.