Ocho casas rurales
Este blog, aunque ya algo veterano, tiene poco más de dos años. Y no son pocos los sitios en los que estuve antes de que existiera Pantagruel y de los que me gustaría hablar o haber hablado. Por ejemplo, algunas casas rurales de mi tierra que me parecen muy recomendables. Sin más dilación, ahí va una lista de ocho (el orden no significa nada, es puramente alfabético).
- Casa de Aldán. Antigua fábrica de salazón en el puerto de Aldán magníficamente restaurada. Ubicada en la punta de la península del Morrazo, con sitios maravillosos como Cabo Home a tiro de piedra.
- Pousada d'Asperelo. Casi una pequeña aldea de casas de piedra en Entrimo, a los pies de la Serra do Xurés. Recuerdo con especial cariño la cena en el comedor acristalado, con los montes nevados al fondo, y el café de pota hirviendo, tomado en la lareira, con el crepitar del fuego como único sonido.
- Casa Rural Cordobelas. Casa muy cuidada a la entrada de Cedeira. Los mariscos y pescados del pueblo; la Serra da Capelada...
- Aldea Rural Lamacido. En el magnífico Ortegal, sobre ésta sí pude escribir un post. En él os cuento sobre la casa y sobre qué hacer en los alrededores.
- Pazo do Souto. Ubicada cerca de Carballo, a unos kilómetros de Malpica, hace muchos años que la visité. Quizás la componente personal que tuvo aquel fin de semana influya, pero aquellos paredones de piedra tenían algo.
- A Parada das Bestas. Esta es reciente, y tiene su post (de la dormida, de la buenísima comida) y el de los paseos por las Terras de Ulloa.
- Pesquería del Tambre. El hotel más grande del mundo, del que os hablaba en este post, uno de los primeros del blog.
- Hotel Rústico Punta Couso. Y qué decir del proyecto de Daniel Gerbaud, el chef francés con un pequeño hotel rural en el fin del mundo. O qué decir de las dunas de Corrubedo o del Castro de Baroña, muy cerquita de allí.
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