La merluza a la romana del Miramar (Sada)
Pero no lo es. Y no lo es gracias a un plato bien modesto: la merluza a la romana. Blanca, tersa, brillante, se deshace en lascas bajo una leve presión del tenedor, envuelta en un finísimo rebozado aparentemente sólo de huevo. Con patatas y limón. Nada más.
Antes, puede uno tomarse un entrante con materiales de la ría: chipirones, almejas, pulpo. Nosotros nos tomamos una ración de este último, servida fría - yo lo prefiero caliente, recién salido de la pota o del pote - y con la cocción justita, que deja el pulpo un pelín duro, como a mí me gusta.
Por las tres raciones - una de pulpo y dos de merluza -, dos flanes de la casa, cerveza, dos copas de vino, agua, pan y dos cafés pagamos 53 euros. Vamos, que uno puede permitirse la excursión para probar la merluza.
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