El cementerio moro

Pese a que pueda resultar paradójico en nuestro marco político y social actual, en los regimientos regulares del bando nacional luchaban importantes contingentes moros (hoy los llamaríamos "magrebíes", no fuera a ser). A Coruña, desde el inicio de la guerra en territorio dominado por Franco, era una base de apoyo para el frente del norte, y en ella se construyó este cementerio, destinado a dar sepultura a los soldados de religión islámica caídos en batalla. Allí permanecieron enterrados los cadáveres hasta que en los años cincuenta se trasladaron al actual cementerio de San Amaro; al parecer, a partir de 1956, con la independencia marroquí, parte de los cuerpos fueron repatriados.

Desde entonces, el recinto permaneció abandonado a su suerte, resistiendo a duras penas los embates de la brava naturaleza que le rodea. Muy recientemente, una cooperación entre el Concello y el Ministerio de Cultura ha permitido restaurar el cementerio, aunque en estos tiempos de alianza de civilizaciones se la ha preferido llamar Casa de las Palabras y definirlo como un "espacio de encuentro de civilizaciones". Por ello, el antiguo camposanto está decorado con murales que reflejan textos en griego, árabe, latín, castellano y gallego.

Desde mi punto de vista, una hermosa oportunidad perdida para la verdadera recuperación histórica de aquel triste período. Pero, al menos, nos queda la restauración de un recinto singular.