Comiendo con las manos en O Cabazo (A Coruña)

Convengamos que, excluídas las mariscadas - y sobre esto también habría mucho que decir: a más de uno he visto tomar percebes con cuchillo y tenedor; pobriños -, no es lo normal ir a un restaurante a comer o a cenar y hacerlo con las manos. Y menos lo es aún que casi el único plato para el que se empleen cubiertos sea el... ¡queso del país! Bienvenidos al Mesón O Cabazo [Enrique Dequidt, 7 981-276221 Ver en Tagznia].

Y es que el queso del país de O Cabazo se desparrama con solo mirarlo; es cremoso, con un punto ácido, una maravilla que se deshace en la boca. Eso sí, se paga: la ración de 3,5 € no da precisamente para hartarse. El queso, junto con los embutidos - entre los que sobresale la cecina - y la empanada, integra la parte fría de la carta. Bueno, no hay carta: se muestra sobre pequeñas pizarras colgadas de las paredes. Porque el fuerte de O Cabazo es la comida a la brasa.

El fuego, la parrilla en piedra se sitúa discreta en una esquina, oculta a buena parte de la sala, como tímida pese a ser la protagonista. Papel éste asumido por el hórreo que acapara el fondo del local - su base elevada un par de metros del suelo - y bajo el cual se cortan al peso, justo delante de mesas y taburetes de madera, los embutidos. A su izquierda, el pozo que hace las veces de climatizador para las botellas de vino en uso.

Aunque hay más, dos son para mí los más sabrosos resultados del fuego: el pollo - la estrella del local, servida en pequeños trozos; cruje su piel entre los dientes mientras la carne permanece jugosa - y sus mollejas. Cuando las sirven, en rústicos platos de madera, nadie repara en la ausencia de cubiertos: ¿cómo se puede tomar eso si no es con la mano?

En mi última presencia en O Cabazo, hace apenas un par de días para cenar algo ligero dos personas, sendas raciones de queso, pollo y mollejas, dos cervezas y dos cafés de pota supusieron 20 €.

Comentarios

  1. Habitual desde hace años de "O Cabazo" me parece un sitio estupendo. Pollo excelente, chicharrones, queso, empanada, ... en fin, visita inexcusable para todo coruñés al que le guste comer.

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  2. Me encanta o cabazo.
    Voy aproximadamente 2 o 3 veces al mes. El polo esta muy rico y el vino tambien.
    Tambien recomiendo probar el flan de queso, es casero y uno de los mejores que he probado.
    Quizas una coas a favor es que los camareros son ambles y atentos, algo que se valora en cualquier negocio

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