De tapas por Coruña: cuatro clásicos
En los útimos años hemos tenido pérdidas muy importantes entre los clásicos del tapeo coruñés: Siete Puertas, As Cinco Rodas, la transmutación de La Espuela y, más recientemente, La Viña.
Frente a las nuevas cervecerías que proliferan - unas más comerciales, otras menos, todas impersonales -, por clásicos entiendo aquellas tabernas de toda la vida, de aspecto tirando a - digamos - espartano, con unos camareros que siempre han estado ahí, que forman parte del local desde la primera de las muchas veces que lo has visitado.
Afortunadamente, todavía perviven bastantes de estos templos del tapeo, aunque, tarde o temprano, están condenados a desaparecer. Repasemos cuatro de ellos, todos bien juntitos en un radio de cien metros, en pleno corazón de la zona de vinos.
La Bombilla (C/Galera, ver en Tagzania). El clásico entre los clásicos, la catedral, el San Mamés del tapeo herculino. Estrecho, desprende nada más entrar aroma a codazos por hacerse un sitio en la barra - que sigue la forma del local, haciendo esquina -, porque sentarse en cualquiera de las dos mínimas mesas es utópico. Vuelan las bandejas repletas de sus cinco famosos pinchos, generosos en el tamaño, nada arzakianos pero que entran de maravilla con el corto de cerveza o el blanco joven: tortilla, croqueta, chorizo frito, filete o empanadilla. De lujo, la falta de lujo.
O Tarabelo (C/ Barrera). Oscuro, profundo, con serrín en el suelo y taburetes de madera para sentarse ante los barriles. El pincho Tarabelo tampoco necesitó un concilio de cocineros vascos para su concepción, pero resulta y mucho: minifilete empanado, con un importante toque de pimienta, y unas cuantas patatas fritas ensartadas en un palillo de madera. Tan sencillo. La tapa más recomendable es la de berberechos, la también alegre zorza y, en temporada, las parrochas y los pimientos de Padrón.
El Cocodrilo (C/ Barrera). Justo enfrente del Tarabelo, en realidad se llama A Troula, pero para todo el mundo es el Cocodrilo. Hay quien discute si fue antes el huevo o la gallina, pero la verdadera cuestión es si fue antes el Tarabelo o el Cocodrilo; los pinchos, se entiende (bueno, y los locales, porque en el Cocodrilo igualmente hay taburetes, barriles; no es profundo, pero sí estrecho). Porque el pincho Cocodrilo es también un minifilete con patatas ensartado, aunque sin empanar y sin el toque de la pimienta. Si Hamlet viviera en Coruña moriría de hambre en el centro de la calle Barrera...
O Corno (C/ Barrera). Casi al lado del Cocodrilo. No presenta un aspecto tan espartano como los anteriores, pero tampoco es el Palace. El local da nombre a un pincho que no es sino un pequeño bocata en forma de cuerno, con varias posibilidades para la sustancia. Pero lo que hay que tomar, con el consabido corto de Estrella, es un piroliño: pechuga de pollo engurruñada sobre jamón y queso, empanada y frita, ensartada también un palillo. Ojo, porque siempre la sirven ardiendo: aunque parezca que está en su temperatura, te quemarás en el primer mordisco.
Otro día seguiremos...
Na rua Galera no Meson El Serrano comense os mellores calamares da Coruña.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo! El Serrano y La Bombilla son 2 clásicos del centro
ResponderEliminarMuy buen articulo. Cada dia abren muchos sitios nuevos en Coruña y da gusto. Enhorabuena.
ResponderEliminarPABLO