VI Xantanza (primera parte): de como los surfistas colaboran, sin saberlo, en la vendimia del Ribeiro
Esta sexta xantanza la recordaré, sobre todo, por las innumerables cosas que aprendí en apenas unas cuantas horas. Aprendí que un diminuto pueblo del Ribeiro, Gomariz, alberga la bodega más antigua de España - prerrománica - y que casi nadie lo sabe. Aprendí que en algunos kilómetros cuadrados pueden convivir gigantes que producen dos millones de botellas anuales con pequeños negocios familiares que apenas alcanzan las 10.000. También que existen locos por el vino, que cuidan cada palmo de su tierra, cada hoja de sus vides, cada gota de su caldo como si les fuera la vida en ello. Aprendí que Galicia tiene más variedades de uva, ella sola, que el resto de la península; y que en el Ribeiro, el caíño presenta casi tantas variantes como parroquias dedicadas al vino.
Me empapé de detalles del suelo, de la vid, de la plantación, de los bancales, de los tratamientos, de la vendimia, del trabajo en bodega. Y pude - pudimos - probar el resultado de tanto esfuerzo: si no me fallan las cuentas, hasta diecisiete vinos catamos. Blancos, tintos, tostados y hasta un espumoso de 19 años; tradicionales, conocidos, experimentos, innovadoras primicias que aún no se comercializan. Descubrimos las tierras - andando, en todoterreno; tierras angostas y valles que se abren - y recorrimos las bodegas - el frío metálico de los depósitos; las barricas cada vez más presentes -. Y supe que los surfistas, sin saberlo, alertan a través de sus webs de los vientos que llegan del Atlántico, los que traen las primeras lluvias del otoño, los que indican que hay que apurar la recogida de la uva.
Hablamos mucho durante el día, pero sobre todo escuchamos, que es la mejor manera de aprender. A los bodegueros, a los enólogos. Escuchamos también a Herminia, que un buen día decidió cocinar en su horno de leña dulces judíos en la pequeña tienda de Ribadavia. Y escuchamos el silencio de Viña Meín, casa rural y bodega perdida en medio de de la tranquilidad. Y nos escuchábamos unos a otros, los blogastrónomos, agotando en nuestra gin-session nocturna - Citadelle y Fever Tree - las pocas fuerzas que nos quedaban.
El windguru es la página de referencia de las bodegas de Rías Baixas, pero no solo para la vendimia sino también para cualquier cuidado de la viña. Siendo una página checa para surfistas, tampoco es tan extraño que la utilicen los viticultores de Ourense...
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