Siena

Si una ciudad toscana me impresionó por encima de las demás, ésa fue, incluso por delante de Florencia, Siena.

Me impresionó por su maravilloso estado de conservación, impecable en todos los sentidos.

Me fascinó pasear por la noche por sus desiertas calles. Siena se extiende como en tres hélices desde la Piazza del Campo. Las calles, casi en permanente curva, no son estrechas pero tampoco demasiado anchas; las casas son altas: cuatro o cinco plantas que ayudan al resonar, al eco del golpeo de los zapatos contra el suelo empedrado; las escasas farolas en las paredes parecen de gas. Pasear por la noche por las desiertas calles de Siena es retroceder muchos siglos con la imaginación.

Me hipnotizaron, también, las fachadas ocre apiñadas en las colinas reflejando el sol del atardecer.

Pero, por encima de todo, me cautivó la Piazza del Campo. No voy a comete el error de fracasar estrepitosamente intentando describirla. Tan solo os dejo unas fotos y os digo que, si nunca habéis estado en Siena, no dejéis de aprovechar la primera oportunidad que se os presente.

Comentarios

  1. Yo también estoy de acuerdo contigo.Para mi es la joya de la Toscana.Yo fui un día a primera hora de la mañana , había poca gente en las calles.Tiene una luz especial y color propio ( el siena ).No hay que perdersela

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