Una sorpresa
Pero es que supongo que nadie se espera encontrar en medio de un polígono industrial un edificio como el BCA28 [ver ubicación en Tagzania]: líneas sencillas, cristal, aluminio y pizarra negra; hasta el parking, decorado íntegramente con grafittis, marca abismales diferencias con el entorno. Y en su interior, además de para el negocio, hay espacios para el ocio: una galería de arte, un patio interior que es zona de copas el fin de semana y un restaurante del que ni había oido hablar: A Mundiña.
El restaurante responde al concepto de modernidad del edificio (echadle un ojo a la foto que abre la web). Pero su nombre es también un guiño a la tradición: A Mundiña es un pequeño islote en la Costa da Morte, dicen que una de las mejores rocas percebeiras que en el mundo han sido. Esta vez, pese a algunas más que sugerentes propuestas de la carta, nos decantamos por lo tradicional, y pardiez que no nos equivocamos.
Para abrir boca, una magnífica centolla, absolutamente en su punto. Después, un sabrosísimo salpicón de lubrigante. Y para culminar, almejas tamaño cachalote preparadas como yo creo que deben preparase las almejas: simplemente a la plancha, con un poquito de buen aceite y sal. Soberbias.
La lubina salvaje para tres debía de pasar del metro, y estaba estupenda asada al horno con patatas panadera; el lenguado tampoco tenía mala pinta. Para saborear el surtido de postres ya no había ni un ápice de espacio en el estómago.
No sé en cuánto saldría la fiesta - fui invitado -, aunque me imagino que en bastante, dado el menú. Pero lo que sí sé es que volveré pronto, ya más relajado y sin cuestiones laborales por medio, para - espero - volver a regodearme como lo hice el otro día y, cómo no, para tomar buena nota y contarlo aquí.
Un deseño espectacular para o que estamos acostumados por aquí.
ResponderEliminarQueda fichado. :-)
Tes aquí unha reportaxe en La Voz de César Quián que virá a reforzar esa idea do deseño diferente, e máis en contraste coa súa contorna.
ResponderEliminarRealmente sorprendente que en un lugar así se encuentre un sitio como ese. Magnífico descubrimiento.
ResponderEliminarEn la calle de la Estrella también hay una Mundiña que supongo será de los mismos dueños. Y se come muy bien aunque también se debe llevar la cartera repleta
ResponderEliminarPues sí es sorprendente lo del tal edificio y lo del tal restaurante.
ResponderEliminarY también sí: el local de la Estrella es de los mismos dueños.
Y un último sí: por otras vías me han llegado nuevas voces sobre los altos precios. Pero bueno, después de la comida del otro día, me arriesgaré próximamente.
Lo de los altos precios es como todo, si pides marisco de primera y rodaballo salvaje, está claro que hay que pagarlo. Yo he comido ahí por 35 euros y también por 70. Con todo eso, creo sinceramente que es el mejor restaurante que he visitado en mucho tiempo. Por calidad de sus productos, por la relación calidad/precio, por su bodega, por su atención. El local de la calle estrella un poco incómodo aunque con un aire tradicional acogedor, el nuevo de la grela simplemente ESPECTACULAR. Sólo pido que no mueran de éxito, que no cambien, porque hacía falta un sitio así en nuestra ciudad
ResponderEliminarCarlitos, no tengo perdón: todavía no he vuelto desde que hice el post. Así que hago una promesa: mi próxima cena con la Sra Foucellas, en A Mundiña. Queda dicho.
ResponderEliminarA verdade e que e un oasis no deserto, por si non o sabedes ten otra web onde podedes atopar imaxes impresionantes
ResponderEliminarCNBCA28 patrimonio da humanidade?
CNBCA28
Por si non sale o link a paxina e:
http://www.cnbca28.com
A Mundiña, muy bueno, de lo mejor. Pero en el caso del local de la grela yo destacaría el conjunto. Es perfecto, espectacular, como dice el anónimo anterior "un oasis en el desierto". Uno va a La Grela, a un polígono industrial, y ni de coña se espera lo que es el edificio. Una arquitectura espectacular, muy moderna y con unos materiales de muchísima calidad. Solo entrar en el parking impresiona, todo graffitis, precioso. El restaurante a la altura del edificio. De 10
ResponderEliminarAlgo que me impresionó mucho cuando fui a cenar a A Mundiña fue el escaparate de vinos donde una caja de tres botellas de Pingus están allí para ponerte los dientes largos a "900 € la botella". La cena muy bien, lo recomiendo aunque pagamos casi 80 la pareja.
ResponderEliminarNon deixedes de probar unha peza de peixe o forno para varios. O Pargo que nos deron para tres...espectacular. O forno, con un mollo dos de antes....que non me esperaba nun sitio tan vanguardista. Un acerto.
ResponderEliminarHoxe fun cenar recomendado por tí á Mundiña. Fumos 6 e todos quedamos encantados especialmente nos peixes. O servicio ás veces un pouco ineficaz. O lenguado que compartín para dous non podía estar máis fresco e rico. Espectacular. Moi ben o salpicón de bogavante (aínda que o bogavante galego está en veda), moi rico o pulpo (hainos mellores), moi bon o xamón ibérico (con pan con tomate e aceite). A lubina tamén me dixeron riquísima. Os entrecots moi ben pero non sorprendían e menos coas chips. O solombo de ibérico tamén moi rico. Os postres moi bós. Con viño (un Santiago Ruiz e dúas crianza Rioja) e café e chupito, 48 euros cabeza. Un sitio para recomendar, sobre todo polos peixes
ResponderEliminarPois alégrome de que a recomendación funcionara.
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