Fin de semana en el Xurés (y iii)

Tomamos la carretera en dirección a Olelas [Ubicación], aldeita que se asoma, a una considerable altura, sobre la cola del encoro (embalse) de Lindoso, que separa España de Portugal.

La ruta va ganando altura desde Entrimo, hasta que surge la magnífica panorámica - durante varios kilómetros - sobre el encoro de Lindoso y la Serra do Xurés, que obliga a conducir despacito para disfrutar del paisaje y detenerse en varias ocasiones para las fotos de rigor.

Olelas tiene una de las mayores explotaciones de cachenas de la zona, por lo que es fácil encontrarse con ellas, también en la misma carretera. Son unos animales preciosos, en mi criterio.

Desde Olelas parte una pista - asfaltada primero, de tierra después - que desciende hasta la cola del encoro, a tiro de piedra del lado portugués. Es ideal para hacer paseando, pero también es posible completarla en coche.

Nada más salir del pueblo comenzamos a alimentar la vista: abajo, el encoro; enfrente, como colgando de la colina, la aldea portuguesa de Várzea.

A medida que seguimos descendiendo hasta la cola del embalse van haciendo presencia la Serra da Peneda, el pueblo del mismo nombre donde se ubica el Santuario y el río que desciende desde ambas hasta Lindoso. El camino nos deja cerca de un verde prado - al que se accede a través de un bosquecillo de abedules - a las mismísimas orillas del agua: no cuesta nada imaginarse el placer de un baño en el caluroso verano ourensano.

Pero lo del baño es en una época muy distinta del año. En pleno diciembre, lo que aplica es volver a Entrimo, al Beny, y tomarse un cocido: su sopa bien caliente para caldear el cuerpo y todo lo demás para darle gusto. De nuevo un Mencía, Medulio en este caso, y un surtido de postres para rematar. Algo más de 15 euros por cabeza, en un restaurante que merece la penas ser visitado para otras alternativas gastronómicas, especialmente las carnes.

Y asi terminó nuestro fin de semana en el Xurés. Quedan restaurantes por visitar y muchas excursiones por hacer (la subida a Queguas, los molinos de Vilameá, el PoÇinho Verde, Caldas do Gerés...), pero todo se andará.